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martes, 2 de septiembre de 2014
martes, 19 de agosto de 2014
POLÍTICA PUBLICA
POLÍTICA PÚBLICA DE
ENVEJECIMIENTO Y VEJEZ
2010 - 2025
En Colombia, se reconoce legalmente como
personas mayores a aquellas que ya han cumplido los 60 años de edad (Ley 1251
de 2008 y Decreto No. 345 de 2010).
En
su compromiso por avanzar en la reducción de las situaciones de discriminación
y segregación, la Administración Distrital ha promovido la implementación de
diferentes políticas públicas con el fin de mejorar la calidad de vida de las
bogotanas y bogotanos, especialmente de las personas en condiciones de alta
vulnerabilidad, partiendo del reconocimiento y la redistribución de bienes y
servicios.

PERSONA MAYOR.
La
definición de la vejez por la edad de las personas fue originalmente un
parámetro dado por los organismos internacionales. Por ejemplo, la Organización
Mundial de la Salud considera a quienes ya han cumplido 60 años, adultos
mayores, hasta los 75 son consideradas personas en edad avanzada, hasta los 90
viejas o ancianas y si se es mayor de 90 años se considera un gran longevo.
Otras organizaciones, han tenido en cuenta además los grados de desarrollo
entre los distintos países para determinar el parámetro de vejez definida por
la edad. Según la Organización de Naciones
Unidas, por ejemplo, en los países desarrollados son ancianas las personas
mayores de 64 años y en los países en desarrollo las mayores de 59. El Estado
colombiano asume este último parámetro cuando precisa que son adultos mayores
las personas de 60 años y más (Ley 1251 de 2008 y Decreto No. 345 de 2010).
Pese
a que las clasificaciones por rangos de edad obedecen a construcciones
culturales y a que el envejecimiento en la edad adulta está asociado a la
calidad de vida durante toda la vida, para la formulación de políticas públicas
en Colombia se ha establecido el acuerdo de considerar el rango de 60 años como
el límite entre la edad adulta y la vejez.
En
ese sentido se dio paso a la formulación de la Política Pública Social para el
Envejecimiento y la Vejez (PPSEV) 2010 – 2025 –mediante Decreto Distrital 345
de 2010) que, además de garantizar la promoción, protección, restablecimiento y
ejercicio pleno de los derechos humanos de las personas mayores de hoy y del
futuro, sin distinción alguna, busca responder a las nuevas dinámicas y
transformaciones en las estructuras sociales, así como estar a la vanguardia
con acciones frente a las implicaciones de tener una población que envejece
todos los días y que aumenta de manera acelerada y consistente.
Su
proceso de formulación posibilitó la participación activa de 32.504 personas de
diferentes poblaciones tanto etarias como étnicas, a través del uso de una
metodología participativa que permitió la consolidación del documento, reconociendo
la diversidad, necesidades y potencialidades del envejecimiento y la vejez en
la ciudad.
En
esta nueva edición de la Política se reafirma el interés que desde la Bogotá
Humana se tiene con la garantía y el restablecimiento de los derechos de las
personas mayores de hoy y del futuro, evidenciados en las metas de atención
integral a esta población consignadas en el Plan de Desarrollo 2012-2016.
Este
documento consolida su compromiso con la voz de todas las personas que
participaron en la construcción de una política que encarna la realidad de los
territorios y que busca desde su materialización transformar las situaciones de
discriminación y segregación que hoy viven nuestras personas mayores,
entendiendo siempre que es en la acción donde la política se hace una realidad
de transformación social.
Vídeo sobre Política publica:
La Política Pública Social
para el Envejecimiento y la Vejez en
el Distrito Capital 2010 – 2025 ha querido por su parte
superar los conceptos de "tercera edad" y "adulto mayor"
denominando a quienes ya cumplieron 60 años, "personas
mayores". Dentro
de esta política se entiende que "el
envejecimiento es en principio un proceso natural, continuo, biológico e
irreversible que experimentan todos lo seres humanos con el paso del tiempo,
inicia en
el momento de nacer y termina con la muerte; sin embargo, su desarrollo
conlleva una serie de cambios que se ven afectados de manera diferente por
factores como la herencia biológica, el comportamiento individual, factores sociales,
económicos, ambientales y políticos" (Política Pública Social
para el Envejecimiento y la Vejez en el Distrito Capital 2010 – 2025).
Por estas razones, se hace necesario tener en cuenta no sólo la
pura "atención sanitaria" para las personas mayores, presente en el
concepto de "envejecimiento saludable", sino que se debe contar con
un concepto más completo del envejecimiento. En este sentido, la Política Pública Social para el
Envejecimiento y la Vejez en el
Distrito Capital 2010 – 2025 adopta
como concepto clave el de "envejecimiento activo", el cual es definido por la
Organización Mundial de la Salud como "el proceso por el que optimizan las
oportunidades de bienestar físico, social y mental durante toda la vida, con el
objetivo de ampliar la esperanza de vida saludable, la productividad y la
calidad de vida en la vejez" (OMS, Envejecimiento
activo: un marco político, Revista
Española de Geriatría y Gerontología, Madrid, 2002).
Entidades públicas
distritales
· Secretaría Distrital de
Integración Social: Formula,
orientar y desarrolla políticas sociales, en coordinación con otros sectores,
organismos o entidades, para los distintos grupos poblacionales familias y
comunidades, en especial de aquellos en mayor situación de pobreza y vulnerabilidad.
· Instituto
Distrital de Recreación y Deporte (Subdirección de recreación): Ejecuta el "Programa recreación para
adultos mayores", cuyo "objetivo principal es promover la
participación de las personas adultas mayores en actividades recreativas que
posibiliten su bienestar integral, el mantenimiento y fortalecimiento de
destrezas, habilidades, actitudes y aptitudes propias de un adulto mayor,
incentivamos la participación de los adultos mayores en actividades
comunitarias de recreación y deporte y fortalecemos la proyección social del
adulto mayor como participante activo a través de la Red Recreativa de Adultos
Mayores”
· Secretaría
Distrital de Salud: Planifica,
coordina y ejecuta políticas para el mejoramiento de la situación de salud de
la población del Distrito Capital, mediante acciones en salud pública,
prestación de servicios de salud y dirección del Sistema General de Seguridad
Social en Salud.
La Secretaría Distrital de Integración Social a través de su
Dirección poblacional “asesorar a la Secretaría en la
definición de la filosofía, fines y misión de la entidad y en la formulación de
las políticas, estrategias, planes, programas que debe adoptar la entidad. Al
mismo tiempo la definición de lineamientos técnicos para la implementación de
acciones integrales y transformadoras en los territorios dirigidos a los
diferentes grupos poblacionales y para el fortalecimiento de la atención a la
población sujeto en el marco de las perspectivas, estrategias misionales y
parámetros definidos por la Secretaría y en coordinación con otras entidades de
acuerdo a la necesidad y pertinencia. También participar con la dirección
territorial en el manejo de los planes, programas y proyectos dirigidos a los
grupos poblacionales sujetos de atención. Dentro de esta dirección se
encuentran las subdirecciones para Infancia, Juventud, Adultez, Vejez y
Familia.”
La Política Pública Social para el Envejecimiento
y la Vejez para el D.C. 2010 – 2025 (PPSEV) enfatiza el derecho a la
participación de las personas mayores en diversos escenarios, al fermentar la asociación y
organización de este sector de la población. A nivel distrital existen el Consejo
Distrital de Personas Mayores y el Consejo
Distrital de Cultura de Personas Mayores, dos
instancias que cuentan con la participación de habitantes de cada localidad,
incluida Engativá. Estas instancias tienen entre sus funciones la deliberación
y concertación de contenidos y acciones promovidos a través de la PPSEV, y los
derechos culturales de las personas mayores.
CUIDADO INTEGRAL
En
este documento se opta por el término Plan Personalizado de Atención. En
el Decreto 43/2011, de 17 de mayo, por el que se aprueba
el Reglamento de Autorización, Acreditación, Registro e Inspección de Centros y
Servicios Sociales, este instrumento se denomina Plan Individualizado de Atención,
pero cabe interpretarlo como sinónimo. Estos documentos son diferentes al PIA
(Programa Individualizado de Atención) que contempla la Ley 39/2006, de 14 de
diciembre, de Promoción de Autonomía personal y atención a las Personas en
Situación de Dependencia, el cual hace referencia fundamentalmente a la
asignación de prestaciones contempladas en dicha ley una vez que la persona ha sido
reconocida, y calificada en grado y nivel, como dependiente.¿Qué es un plan personalizado de atención?
Es el instrumento básico que desde el centro
o servicio se propone y utiliza para recoger las informaciones y valoraciones,
objetivos, propuestas de intervención, apoyos y recomendaciones para que la
persona adquiera el mayor grado de autogestión sobre su vida cotidiana a lo
largo del proceso de atención. Es la estrategia de intervención que ofrece el
servicio o centro, a través de sus profesionales, para permitir continuar,
completar y mejorar los proyectos de vida de las personas usuarias. Proyectos
de vida en los que ahora, por las circunstancias de fragilidad o dependencia de
la persona adulta, se incorpora en forma de apoyo el equipo técnico de un
recurso social determinado.
Los planes personalizados de atención, además
de aportar información personal básica relevante para la atención de la persona
en el centro o servicio, suelen incluir tres partes diferenciadas que hacen
referencia a las fases del proceso asistencial:
- Dimensiones personales (incluyendo tanto
las limitaciones como las capacidades de la persona)
·
Salud (física, funcional, cognitivo y
emocional)
·
Relaciones Sociales
·
Ocio
- Objetivos de la intervención
b)
La propuesta de atención en el centro o servicio
- Servicios y programas
- Actividades cotidianas
- Pautas personalizadas
- Apoyos
- Consentimiento por parte de la persona
c)
El seguimiento/ajuste que el plan precise a lo largo del proceso.
- Profesional de referencia
- Seguimientos y revisiones realizados,
incluyendo la evaluación de resultados.
3.
Esquema para la elaboración de un documento de plan personalizado de atención.
La siguiente secuencia puede resultar de
ayuda a la hora de diseñar el documento soporte:
1. Decidir las dimensiones personales y
ámbitos de desarrollo/vida que van a ser valorados.
2. En cada dimensión y ámbito ver cómo se registran tanto las limitaciones como las capacidades de las personas.
2.1. Decidir los instrumentos que van a ser
utilizados.
2.2. Indicar cómo se van a identificar y
recoger las capacidades/fortalezas.
3. Planificar qué soportes se van a utilizar
para apoyar la participación de la persona (o en su caso familia) en el plan.
4. Decidir cómo se incluyen los objetivos del
plan de atención. Estos pueden ser específicos a cada ámbito o dimensión o ser
descritos en un apartado conjunto a las distintas valoraciones.
5. Resolver qué aspectos de la propuesta de
intervención se recogerán en el documento
a) Las actividades, servicios o atenciones
que va a recibir cada persona por parte del centro o servicio. Incluyendo un
apartado donde se incluyan los apoyos que la persona precisa para su participación
o acceso a los mismos.
b) Las pautas específicas en relación a:
- El autocuidado.
- La promoción de la autonomía.
- Los comportamientos más complejos (para la
familia y para los profesionales).
- Las dificultades en la comunicación
(familia y profesionales).
- Orientación respecto a la realización de
actividades estimulativas o empleo del tiempo libre.
c) Las técnicas e instrumentos de atención
personalizada en las intervenciones.
d) Las intervenciones ambientales
(eliminación de barreras, medidas ambientales, productos de apoyo…).
e) Si la atención es en un centro, recoger
las rutinas o actividades a apoyar en otros escenarios cotidianos externos al
centro dentro del horario de atención.
f) Otras.
6. Decidir qué intervenciones dirigidas al
grupo familiar se recogerán en el documento.
- Recomendaciones para el bienestar y el
cuidado de la persona que cuida.
- Acciones formativas recomendadas.
7. Contemplar la inclusión de otros datos:
- El profesional de referencia.
- La autorización de la persona (o en su
caso, su represente) para llevar adelante el Plan
Personalizado de Atención, dentro de un marco
de toma de decisiones compartidas.
- La forma de seguimiento del plan y la
periodicidad de las revisiones.
4. Observaciones o
sugerencias en relación a los planes personalizados de atención.
a) El plan personalizado de atención no ha de
reducirse a cumplimentar un documento escrito. Debe ser concebido como un
instrumento de consenso, como algo dinámico, como una herramienta que ha de
propiciar el diálogo entre la persona usuaria, en su caso la familia o
allegados, y los profesionales a lo largo de todo el proceso de atención.
b) El plan personalizado de atención no debe
verse limitado a ofrecer un plan de cuidados donde se prescriben las atenciones
en relación a las necesidades básicas de la persona, sino que además debe
identificar y proporcionar apoyos para que ésta pueda continuar, desarrollar y
apropiarse al máximo de su proyecto de vida.
c) Por ello, debe permitir identificar no
solo las necesidades de cuidados de las personas sino también las capacidades
de las personas, sus preferencias y deseos, elementos importantísimos para
lograr la máxima autogestión de la persona en su vida cotidiana.
d) Ha de ser un soporte que incluya y anime,
en todo el proceso, la participación activa de la persona, y en su caso de la
familia o grupo de apoyo, procurando que sea ésta quien decida los objetivos
del plan y las actuaciones principales a llevar a cabo para conseguirlo.
e) El diseño de un plan personalizado no debe
realizarse de una forma apresurada.
Conocer a la persona y ofrecer apoyos para que ésta se implique y participe en su elaboración lleva un tiempo. El periodo de un mes (o incluso algo más de tiempo) puede ser necesario para llevar a cabo el primer plan de atención. En este periodo será importante, además de obtener la información necesaria que nos permita proponer intervenciones adecuadas a cada persona, acercarnos a su biografía, escuchar y observar sus preferencias, conectar con sus deseos, de modo que todo ello pueda ser tenido en cuenta, y dentro de lo posible, incorporarlo a su plan de atención. Mientras llevamos a cabo este proceso, deberemos disponer de datos básicos que nos permitan garantizar con seguridad la asistencia básica que la persona precise (diagnósticos de salud, dietas, medicación…). También suele resultar positivo proponerle en este momento inicial participar en alguna actividad, respetando su ritmo de incorporación y preferencias, lo que además de facilitar su integración le permitirá ir conociendo las oportunidades que el servicio o centro le ofrece.
Conocer a la persona y ofrecer apoyos para que ésta se implique y participe en su elaboración lleva un tiempo. El periodo de un mes (o incluso algo más de tiempo) puede ser necesario para llevar a cabo el primer plan de atención. En este periodo será importante, además de obtener la información necesaria que nos permita proponer intervenciones adecuadas a cada persona, acercarnos a su biografía, escuchar y observar sus preferencias, conectar con sus deseos, de modo que todo ello pueda ser tenido en cuenta, y dentro de lo posible, incorporarlo a su plan de atención. Mientras llevamos a cabo este proceso, deberemos disponer de datos básicos que nos permitan garantizar con seguridad la asistencia básica que la persona precise (diagnósticos de salud, dietas, medicación…). También suele resultar positivo proponerle en este momento inicial participar en alguna actividad, respetando su ritmo de incorporación y preferencias, lo que además de facilitar su integración le permitirá ir conociendo las oportunidades que el servicio o centro le ofrece.
f) La observación de los profesionales, y de
las familias o allegados, tiene un papel primordial para lograr planes
personalizados bien diseñados y para que se lleven a cabo tantos ajustes en los
mismos como sea preciso a lo largo de todo el proceso de atención. Para esto es
imprescindible lograr su implicación así como sistematizar la participación
coordinada de todos ellos.
g) Todas las personas tenemos nuestro propio
proyecto vital. Incluso cuando las personas tienen una edad muy avanzada o
presentan una grave discapacidad o dependencia, son poseedoras de un proyecto
vital. El proyecto de vida “es la forma que las personas tenemos de plantearnos
nuestra existencia, para conseguir nuestras metas y deseos en relación a distintos
ámbitos de desarrollo personal y social: el trabajo, la familia, la red social
de apoyos y afectos, los intereses y aficiones.
h) Los proyectos de vida dependen del momento
del ciclo vital en que nos situamos cada persona. Desde esta perspectiva en el
diseño de los planes personalizados no podemos perder de vista la edad y la
fase vital de cada persona usuaria. Los planes personalizados de atención de
personas jóvenes deberán dar un peso importante a ámbitos de desarrollo personal
como la formación, el acceso al trabajo o la vida independiente de la familia.
Los planes personalizados de atención de las personas mayores, sin embargo,
suelen dar mayor importancia a aspectos como la validación de un proyecto de
vida que se ubica en su recta final, a la construcción de significados
positivos en torno al mismo así como a garantizar la continuidad de las facetas
y actividades satisfactorias para la persona. Ello no implica la negación o
renuncia a la dimensión presente y a la proyección de futuro (metas y deseos) que
todas las personas tenemos mientras estamos vivas.
i) El plan personalizado de atención incluye
el registro de distintos instrumentos. Los instrumentos de valoración integral,
que sirven para medir distintas dimensiones, han de ser instrumentos validados
(cumplir condiciones de fiabilidad y validez).
j) Se recomienda, además, utilizar de modo
complementario otros soportes dirigidos a facilitar la atención personalizada;
en estos casos los objetivos son favorecer la participación de la persona en su
plan de cuidados, personalizar la atención o reforzar la identidad personal.
Ejemplos de estos instrumentos son los mapas básicos, la biografía personal o
las fichas para registrar preferencias o deseos. En estos instrumentos,
los criterios anteriores pierden
exigencia y lo principal es que se adapten a cada persona y realmente sirvan
para favorecer su implicación en el proceso de atención. También deberemos evitar
aplicar de forma idéntica este segundo tipo de instrumentos a todas las personas.
En unos casos pueden resultar muy valiosos y ser de gran apoyo y, sin embargo, en
otros carecer de sentido o no ser aceptados por la persona.
k) Toda la documentación recogida en el plan
personalizado de atención debe cumplir las exigencias normativas en materia de
protección de datos. Los profesionales con acceso a esta información estamos
obligados a garantizar la confidencialidad de la misma.
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